CAMPAÑA NO A LA VACUNA PVH

Vacunación contra el Virus Papiloma Humano en el Programa Nacional de Inmunizaciones ¿Prevención o perpetuación de inequidades?

El 2 de Septiembre se dio inicio a la campaña en Chile para la vacunación universal contra el Virus Papiloma Humano a niñas de 4º básico, en el marco del Programa Nacional de Inmunizaciones.
Entre los argumentos asumidos, está su supuesta eficacia para reducir la aparición del cáncer de Cuello del útero. Sin embargo, esto está puesto en duda a nivel mundial. Está demostrado que el 70% de las mujeres que contraen el VPH lo eliminan, sin tratamiento, en un año, y el número se eleva a más del 90% en dos años1. Además, las niñas de 9 a 15 años representan sólo una pequeña proporción del total de enroladas en los ensayos clínicos de la vacuna, y las niñas más jóvenes fueron seguidas sólo por 18 meses2, lo que no es suficiente evidencia respecto de los efectos de la vacuna en las niñas de 9 años, que están recibiendo actualmente la vacuna. Adicionalmente, se sabe que la vacuna es eficaz en entregar protección inmunológica por un período de hasta cinco años3, pero se desconoce la verdadera duración de la protección que proporciona la vacuna, como también si se necesitarán repeticiones y si es así, cuántas. Tampoco se sabe si la inmunidad conferida a través de la vacunación masiva permitirá que otras cepas cancerígenas del VPH se conviertan en dominantes”4. El cáncer cervico uterino tiene un largo periodo de incubación (20 a 30 años) mientras que la vacuna lleva apenas solo 8 años disponible, es decir, tiempo insuficiente para saber cómo actúa sobre la enfermedad, y por añadidura no es más económica ni más segura que la prueba citológica disponible en nuestro país desde hace muchos años.

Se habla también de equidad en salud. La vacunación se ha caracterizado por aplicarse masivamente a niñas y, en Latinoamérica, a las niñas más desprotegidas (pobres, zonas rurales, etc.). Si lo aterrizamos en Chile, son niñas que además tienen muy pocas o nulas probabilidades de haber accedido a educación en sexualidad, pese a que lo que pretende prevenir la vacuna es una enfermedad de transmisión sexual, que es principalmente transmitida por los hombres. Entonces, ¿de cuál equidad estamos hablando? Claramente de género no, pues se le carga toda “la responsabilidad” de la “prevención” a una niña de 9 años. Se reafirma una vez más mediante la política pública el papel de reproductoras de las mujeres, desde que son niñas.
La vacuna se asume como una estrategia de prevención en salud. Claramente, desde una visión fuertemente biomédica, que centra su eficacia en un modelo mecánico y despersonalizado de causa-efecto, donde no tiene cabida la conciencia, autonomía y capacidad de decisión del sujeto. Si la intención fuera prevenir, se impulsaría una política integral de formación en sexualidad, pero la forma en que se está lanzando la iniciativa pública, parece más bien un gran experimento de salud pública que resguarda los intereses de las grandes transnacionales farmacéuticas. En este sentido, existen antecedentes de graves conflictos de intereses, ya que prácticamente todos los investigadores reportan alguna relación, directa o indirecta, remunerada o de financiamiento con Merck, empresa productora de Gardasil5.
Abunda la información que circula en la web sobre la vacuna VPH, una parte dedicada a defender la inocuidad y eficacia de la misma, generalmente en la voz de la oficialidad: instituciones de salud, autoridades de gobierno y representantes de las empresas farmacéuticas; y otra, que advierte del peligro de la vacuna, generalmente en las voces de las víctimas y de activistas, en forma de denuncias, testimonios, demandas legales, artículos científicos, entre otros.
No estamos en los tiempos en que la alerta de abuso social y estatal sobre las mujeres se levantaba desde la propia experiencia, como sucedió durante los años 90 en que el movimiento feminista por el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos exigió el cese de una cuestionable investigación sobre la esterilización química con Quinacrina6. Esa vez también existían antecedentes a nivel mundial que hacían dudar de la inocuidad de dicho medicamento y en Chile se estaba utilizando sin haber sido informado públicamente. Hoy, en Chile desde hace varios años, silenciosamente, varios municipios (Huechuraba, Putaendo, Quillota, entre otras) han aplicado la vacuna a niñas entre 9 y 12 años, gastando en ello los escasos recursos municipales. En Huechuraba, por ejemplo, el año pasado se anunciaba la vacunación de 400 niñas, aludiendo a razones de equidad y justicia social, pues este tipo de cáncer afecta a las mujeres más pobres7.
Los reportes sobre los efectos adversos que se asocian a la vacuna provienen de Estados Unidos, Francia, Japón, España, Canadá, Colombia, Argentina… entre los que se encuentran desmayos, mareos, dolores de cabeza, dolores abdominales, dificultades respiratorias, taquicardias, adormecimiento en brazos y piernas, estado de rigidez en el cuerpo8, pero además, las reacciones adversas graves en todo el mundo incluyen muertes, convulsiones, parestesias, parálisis, síndrome de Guillain-Barré (GBS), mielitis transversa, parálisis facial, síndrome de fatiga crónica, anafilaxia, desórdenes autoinmunes, trombosis venosa profunda, embolia pulmonar, y cáncer de cuello uterino9. Se reportan muertes de niñas en India10 y España11 tras recibir esta vacuna.
Se pueden registrar innumerables iniciativas contrarias a la vacuna de parte de diversos organismos públicos y la sociedad organizada con el objeto de proteger la salud de las niñas y las mujeres: En 2007, 10.000 profesionales de la salud en España firmaron un manifiesto titulado «Razones para una moratoria en la aplicación de la vacuna del VPH en España”12; El 29 de octubre de 2012, tres mujeres de la India junto a una sociedad civil de apoyo a las mujeres, presentaron una demanda ante el Tribunal Supremo de la India, contra la Agencia General de Medicamentos de la India, El Consejo Indio de Investigación Médica, El Estado de Andhra Pradesh, El Estado de Gujarat, PATH International, GlaxoSmithKline Asia Private Limited, MSD Farmacéutica Private limited; en Estados Unidos, abril de 2011, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) rechazó la petición de laboratorios Merk, de obtener una licencia para indicar la utilización de GARDASIL ® a mujeres de entre 27 a 45 años, lo que se consideró un triunfo científico por organizaciones sociales activistas; en 2013, el gobierno Japonés anunció la apertura de una investigación sobre los posibles efectos adversos de la vacuna13; en Canadá, España y Alemania científicos exigieron a sus autoridades sanitarias una moratoria en la vacunación masiva, hasta tener pruebas científicas sólidas respecto de la seguridad y eficiencia de las vacunas Gardasil y Cevarix14; en Francia, en noviembre de 2013, laComisión Regional de Indemnizaciones de Accidentes Médicos de Aquitania (Francia) reconoció la relación de causalidad de la vacuna del papiloma con daños en el sistema inmune de una chica de 15 años15. En este movimiento, destacan dos organizaciones sociales, una española, la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma (AAVP), formada por familiares de niñas con serios daños a su salud asociados a la vacuna, y SANE Vax Inc, que lucha por una práctica segura, asequible y necesaria de la vacunación. Para rematar, la principal investigadora que participó en la elaboración de la vacuna Gardasil y Cervarix, la Dra. Diane Harper, en un discurso público, dio varias razones para no confiar en la vacuna.

Con todos los antecedentes expuestos, como mínimo debería quedar instalada la duda y de un gobierno que se dice respetuoso de los derechos humanos, se espera que antes de masificar la vacunación contra el virus del papiloma humano en niñas, impulse las investigaciones pertinentes y las evaluaciones desde una perspectiva ética y de equidad social en salud. De lo contrario se estaría comprometiendo la salud de las niñas a largo plazo, ejerciendo violencia contra ellas y se estarían perpetuando problemas que afectan a las mujeres derivados de las inequidades de género.

3 de Septiembre de 2014.

 

FUENTE: http://med.se-todo.com/pravo/46097/index.html

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