OSTEOPOROSIS POSTMENOPÁUSICA

La osteoporosis representa un problema de salud pública debido a su alta prevalencia y a las repercusiones sociosanitarias y económicas que supone. El incremento de la esperanza de vida y el consiguiente envejecimiento de la población, hacen prever que esta prevalencia irá en aumento en los próximos años. A pesar de la existencia de numerosas Guías y documentos de consenso sobre osteoporosis a nivel nacional e internacional, existe mucha variabilidad e incertidumbre en su manejo. En consecuencia, el tratamiento farmacológico es en muchas ocasiones incorrecto, ya sea por defecto, dejando de tratar a mujeres con alto riesgo de fractura que se beneficiarían del mismo, sobre todo en prevención secundaria, o por exceso, principalmente en prevención primaria, medicalizando a mujeres con bajo riesgo de fractura, sin claro beneficio y exponiéndolas a efectos secundarios potencialmente graves. Algunos de los aspectos más controvertidos en relación a la osteoporosis se relacionan con: • Densidad Mineral Ósea y definición de «osteoporosis» En 1994, un grupo de trabajo creado por la OMS estableció una serie de puntos de corte en los valores de la densidad mineral ósea (DMO) con el fin de realizar estudios epidemiológicos. Así, estableció como valor de DMO «normal», el correspondiente al valor medio de la DMO en una población de mujeres adultas jóvenes y consideró la «osteoporosis densitométrica» cuando el valor de la DMO es igual o menor de -2,5 desviaciones estándar (DE) respecto de esta media (T-score ≤–2,5 DE). Igualmente, definió la «osteopenia» cuando el valor de la DMO está entre -1 y -2,5 DE por debajo de dicha media1,2. Los propios autores de la definición admitían que estos puntos de corte eran arbitrarios y que deberían ser utilizados con fines epidemiológicos, pero no como umbrales para instaurar tratamientos, que es para lo que se utilizan hoy en día1,2. • Factores de riesgo de fractura La DMO no evalúa el deterioro estructural del hueso y tiene un valor limitado en la predicción del riesgo de fracturas; de hecho, alrededor del 80% de las fracturas por bajo mecanismo de energía se producen en mujeres que no tienen osteoporosis densitométrica3-5. Los principales factores riesgo de fractura son la edad y las caídas: la mayor parte de las fracturas de cadera se producen en mayores de 80 años, y la caída está presente en el 90% de las mismas5 . Sin embargo, las estrategias de prevención de fracturas se dirigen tradicionalmente a medir la DMO e instaurar tratamiento farmacológico a las pacientes con valores bajos. Es obvio que se necesita un cambio en el enfoque preventivo, que incluya la evaluación global del riesgo de caídas4,5.





Fuente: http://www.osakidetza.euskadi.eus/r85-prehome/es/

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