Los departamentos de marketing, ¿tienen demasiado control en los ensayos clínicos patrocinados por Big Pharma?

Ética y Ensayos Clínicos

(Does marketing have too much control in big PhARMA clinical trials?)
John LaMattina a
Forbes, 26 de enero de 2016
http://www.forbes.com/sites/johnlamattina/2016/01/26/does-marketing-have-too-much-control-in-big-pharma-clinical-trials/#269969954904
Traducido por Salud y Fármacos

El título de este artículo reciente lo dice todo: “Caracterización de los ensayos en que los fines de marketing han influido en el diseño del estudio: Estudio descriptivo [1].” Los autores introducen la hipótesis de que en esencia muchos de los ensayos clínicos patrocinados por Big Pharma están diseñados exclusivamente para fines de marketing, y son personas interesadas únicamente en la venta de los medicamentos y no en la salud de los pacientes las que deciden el diseño de los ensayos.

En la actualidad, se han documentado pocos ejemplos de ensayos con fines de marketing. Sin embargo, hay razones para que los pacientes y médicos estén preocupados por los ensayos de marketing. Cabe destacar que los objetivos de la investigación – promover el uso de un producto médico-pueden ser desconocidos para los investigadores y pueden no comunicarse a los participantes. Las características que sugieren que un ensayo puede considerarse como ensayo de marketing, no están claras, pero se han sugerido las siguientes: la presencia de intereses creados, la contratación de investigadores que son prescriptores frecuentes de productos de la competencia; pagos desproporcionadamente altos para los investigadores; patrocinio por la división de ventas y marketing de la compañía; y requisitos mínimos de datos que resulten en la recogida de datos de mala calidad en un gran número de centros.

Para explorar su hipótesis, los autores generaron una lista de todos los ensayos que evaluaban uno o más tratamientos con medicamentos que se habían publicado en 2011 en las siguientes revistas: New England Journal of Medicine, JAMA, Lancet, Annals of Internal Medicine, PLOS Medicine y el BMJ. Los autores explican de forma muy detallada como “evaluaron independientemente los ensayos” y sus resultados, y llegaron a la siguiente conclusión: Llegamos a un consenso de que una quinta parte de los ensayos de medicamentos publicados en 2011 en las revistas médicas generales de más alto impacto tenían características sugestivas de haber sido diseñados para fines de marketing. Cada uno de los ensayos publicados en las revistas parecía incluir una combinación única de características.

Luego añaden: Se necesita mayor orientación para alertar a los financiadores, comités de revisión ética, editores, revisores y lectores sobre las señales que indican que los ensayos podrían haber sido influidos por los departamentos de marketing. Los ensayos de marketing ocurren porque los fabricantes siguen teniendo un papel muy dominante en el diseño, la implementación y el reporte de los resultados de testar sus propios productos en humanos Apoyamos la idea de que el diseño, análisis y presentación de informes de los ensayos clínicos sólo deben realizarlo investigadores verdaderamente independientes.

Es interesante notar que los autores, de hecho, se pusieron en contacto con los editores de las revistas donde se publicaron los presuntos “ensayos de marketing” y que los “editores no están de acuerdo en que los aspectos de marketing hayan tenido un papel clave en cualquiera de los estudios que ellos han publicado, y nos llamaron la atención sobre la importancia subyacente y la novedad de la investigación clínica descrita en los manuscritos”. Este hecho no parece disuadir a los autores en absoluto.

Los editores tienen razón. Los ensayos clínicos son cruciales en la comprensión de los riesgos y beneficios de cualquier medicamento que se utiliza en la clínica. Por otra parte, todos los ensayos clínicos patrocinados por la industria biofarmacéutica siempre tienen el aporte de la división comercial de la empresa. Sería tonto no buscar esa orientación. Los ensayos clínicos están diseñados para obtener la aprobación de la FDA. Pero igualmente importante es la necesidad de que el ensayo demuestre el valor del nuevo medicamento para el sistema de salud. Esto es fundamental para que los financiadores decidan pagar un precio razonable por el medicamento, ya sean compañías de seguros o los países que controlan los precios de los nuevos medicamentos. ¿Quién mejor que la división de Ventas y Marketing de una empresa para proporcionar una guía para asegurar que los cientos de millones de dólares invertidos en estos ensayos responden al valor real de un medicamento?

Los autores asumen que los estudios diseñados con el aporte de marketing se hacen de manera que se garantice el éxito del producto. Sin embargo, no hay garantías, cada ensayo clínico corre el riesgo de no llegar a alcanzar los objetivos clave. Uno de estos estudios clásicos fue PROVE-IT, que fue patrocinado por Bristol-Myers Squibb (BMS) y, sin duda, concebido con la ayuda de marketing. Mientras que los grandes ensayos aleatorios habían, hasta ese punto, documentado que la reducción del LDL-colesterol (LDL-c) con estatinas reducía el riesgo de muerte y eventos cardiovasculares en pacientes cardíacos, las estatinas y las dosis utilizadas en este estudio redujeron la LDL c a poco menos de 100 mg / dl (según las pautas recomendadas). Como no estaba claro que una mayor reducción de LDL-c aportaría mejores resultados en términos del número de eventos cardiovasculares, PROVE-IT se realizó con el supuesto de que una vez que se alcanza el umbral 100 mg, / dl no se observarían beneficios adicionales. El ensayo utilizó 40 mg de la estatina de BMS, Pravachol (pravastatina) contra 80 mg de Pfizer Lipitor (atorvastatina), un régimen más intensivo para bajar la LDL-c. Se esperaba que el grupo tratado con Lipitor obtuviera un LCL-c de alrededor de 75 mg / dl, pero BMS esperaba que ambos grupos tuvieran resultados similares en términos de reducción de eventos CV. Claramente, BMS hizo este estudio para demostrar que Lipitor no era mejor que Pravachol en la reducción de los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, y tal vez que la alta dosis de Lipitor podría no ser tan segura. Este resultado hubiera sido importante para el grupo comercial BMS, en su esfuerzo para maximizar las ventas de Pravachol contra el formidable crecimiento de Lipitor.

Bueno, BMS estaba equivocado. Los pacientes tratados con altas dosis de Lipitor tuvieron 16% menos episodios cardiovasculares que los tratados con en la dosis estándar de Pravachol. En efecto, PROVE-IT demostró que “menos es mejor” cuando se trata de LDL-C. BMS efectivamente patrocinó un estudio que mostró que el fármaco de Pfizer fue superior. Sin embargo, a pesar de ser un “estudio de mercado”, este ensayo proporciona información importante para proveedores de servicios de salud sobre la reducción de LDL-C en pacientes cardíacos. Este no fue un estudio frívolo. A pesar de cumplir con la mayoría de los criterios (intereses creados; pagos elevados a los investigadores; patrocinado por la división comercial de una empresa, el uso de un gran número de centros clínicos) que aquellos que son críticos de tales ensayos clínicos deploran, PROVE-IT cambió la práctica médica.

Los ensayos diseñados para ampliar la comprensión del valor potencial de un nuevo fármaco a menudo proporcionan nuevos conocimientos sobre el tratamiento de las enfermedades. Sin embargo, son despreciados por los autores de este trabajo. Lo que es más preocupante es que estos autores asumen automáticamente que cualquier ensayo que haya sido influenciado por el departamento comercial tiene un diseño y objetivo viciado. Esta es la mentalidad de “conflicto de intereses” que el Dr. Tom Stossel, de la Escuela de Medicina de Harvard, ataca hábilmente en su libro Pharmaphobia. Sin embargo, en ninguna parte de su artículo ofrecen los autores ninguna prueba de que las influencias de marketing en el diseño de ensayos clínicos dañen pacientes o comprometan la práctica médica. [Nota de los Editores: aquí es donde el autor de este artículo se equivoca, por definición los ensayos clínicos necesarios exigen que los participantes tomen riesgos, la magnitud del riesgo depende del tipo del ensayo. No hay ensayos inocuos para los sujetos que participan. Por eso mismo hacer ensayos clínicos únicamente para establecer el precio al que se puede vender un producto no sería ético, hay otras formas de llegar a esas cifras que no ponen en riesgo la salud de seres humanos].

Sí, las compañías biofarmacéuticas tienen el objetivo de obtener beneficios. Para lograr esto, los miles de millones de dólares que se invierten en los ensayos clínicos (Nota de los editores: esta cifra es desconocida, muchos dicen que es mucho menor a la que cita la industria) deben utilizarse juiciosamente. Las empresas recurren a todos los expertos de su organización (investigación, clínica, reglamentación y comercial) para maximizar las posibilidades de que el ensayo clínico, en caso de cumplir con éxito sus metas-objetivos que la FDA ha aceptado, demuestre el valor completo de la nueva medicina. En realidad, esto beneficia a los pacientes. Por desgracia, los autores del artículo no logran comprender este hecho. [Nota de los Editores: entenderlo no quiere decir que se esté de acuerdo. Salud y Fármacos cree que los medicamentos deberían ser un bien público y las empresas no deben lucrar a expensas de la salud de la población].

Notas

a En 2007, fui presidente de Investigación y Desarrollo Global de Pfizer en donde dirigí a más de 13.000 científicos y profesionales en EE UU, Europa y Asia. He recibido numerosos premios incluso el de Doctor Honoris Causa de Ciencias de la Universidad de New Hampshire. Soy el autor de “Drug Truths: Dispelling the Myths of R&D”, y más recientemente he publicado “Devalued and Distrusted: Can the Pharmaceutical Industry Restore its Broken Image?” También soy socio senior de PureTech Ventures. http://www.forbes.com/sites/johnlamattina/#284cd24d1623

Nota de los Editores: Salud y Fármacos no está de acuerdo con muchos de los comentarios del escritor de Forbes, y en cambio sí con los autores del artículo original. No obstante hemos decidido publicar este artículo porque expone claramente la posición de la industria.

Referencias

  1. Barbour V et al. Characterisation of trials where marketing purposes have been influential in study design: a descriptive study Trials 2016, 17:31 doi:10.1186/s13063-015-1107-1http://www.trialsjournal.com/content/17/1/31

creado el 1 de Junio de 2016

 

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