Campaña: “Publicidad cero”

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Los pacientes regalan a sus médicos su confianza. La profesión médica es, año tras año, la más valorada socialmente. Esta valoración generalizada ha sido interpretada por algunos filósofos de la medicina como un indicador moral y un signo de la alianza colectiva que constituye la atención médica:

Los conocimientos que el médico brinda no son propiedad suya. Se adquieren a través del privilegio de una educación médica. La sociedad admite ciertas invasiones de la privacidad, tales como la disección del cuerpo humano, la participación de estudiantes en la asistencia o la experimentación con los sujetos. Al estudiante se le da acceso a los conocimientos médicos universales, en gran parte adquiridos con la observación de y la experimentación con generaciones de enfermos. Todo esto y también las ayudas del Estado para la educación médica se permiten por un propósito: que la sociedad cuente con una provisión ininterrumpida de personas con educación médica. Los conocimientos del médico, por tanto, no son una propiedad individual y no deben ser usados en primer lugar para lucro personal, prestigio o poder. Más bien la profesión custodia estos conocimientos, como fiduciaria, para bien de los enfermos. Los que entran en la profesión, entran también a formar parte de una alianza colectiva, que no puede ser interpretada unilateralmente” (Pellegrino, “Altruism, Self-Interest and MedicalEthics” JAMA, 258: 1987; 1939)

La formación académica y de postgrado es un sistema de acreditación de unas habilidades, conocimientos y actitudes en los profesionales que les permiten entrar en esta alianza colectiva

Desde luego, la calidad de las decisiones de los médicos dependen de muchos factores como sus años de experiencia o el rigor de la formación continuada y se debe avanzar en re-acreditar delante de los pacientes y ciudadanos el mantenimiento de un mínimo nivel de competencia mediante estrategias como la re-certificación profesional cada cierto tiempo.

Pero, además de la re-acreditación externa existe otra, igual de importante, que es la interna o personal; una re-acreditación  que implique avanzar en el compromiso moral que supone participar de esta gran alianza colectiva de base ética que es la asistencia sanitaria.

El contacto con la publicidad y la formación patrocinada por la industria farmacéutica se ha mostrado como un factor que sistemáticamente distorsiona las decisiones de los médicos como, por ejemplo, mediante la utilización de medicamentos más caros, de menos genéricos o con peores indicadores de calidad en la prescripción (ver aquí)

Diapositiva1Parece recomendable, por tanto, que los médicos demuestren a sus pacientes que están libres de este sesgo sistemático mediante una declaración explícita que pueda ser visible para el paciente durante la consulta.

Para facilitar esta declaración, nogracias ha diseñado este documento “Publicidad cero” que se puede descargar en versión pdf (publicidadceropdf) o ppt (publicidadceroppt) por si alguien desea modificar el texto.

También hay una versión para enfermería (publicidadceroenfpdf y publicidadceroenfppt)

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FUENTE:  http://www.nogracias.eu/debates-nogracias/campana-publicidad-cero/#sthash.NLNELsiU.dpuf

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