Ecología vaginal, virus del papiloma, vacuna, cáncer de cuello de útero: miedo, negocio y falta de ciencia y de conciencia

La vacuna contra el virus del papiloma humano centra el análisis del comentarista, que la considera experimental, al no haber demostrado que disminuya la incidencia ni la mortalidad por cáncer de cuello de útero.

Ecología vaginal

A la mujer se le ha considerado tradicionalmente “sucia” en las sociedades machistas, y la nuestra es una de ellas.

“Sucia” especialmente durante el período menstrual, pero también “sucia” por el flujo vaginal normal. Esta fuerte y absurda imagen de suciedad se emplea en la publicidad actual de jabones “íntimos”, para la “higiene femenina”.

Tal “suciedad” se refleja en el olor vaginal y vulvar que se pretende evitar. Las lesbianas se han reído sanamente de estos mitos en, por ejemplo, “Go fish”, una película de 1994, cuyo título procede de esa leyenda urbana de tradición patriarcal sobre el olor a pescado de la vulva fresca y normal
http://en.wikipedia.org/wiki/Go_Fish_%28film%29

En la vulva y en la vagina habitan tantos gérmenes como en el resto del cuerpo, con sus peculiaridades. De hecho, cada región anatómica tiene sus “colonizadores” microbianos, imprescindibles para la salud. Así en la piel, la boca, los conductos auditivos externos, el tubo digestivo y otras regiones.
En cada región se establece una comunidad microbiológica aprovechando el nicho o hábitat. En el caso concreto de la vagina hay múltiples especies (bacterias, virus, hongos y más) y son fundamentales para la salud vaginal tanto su presencia como las interacciones fisicoquímicas que ocurren entre las especies microbianas y el tejido vaginal.

En 1892, Doderlein apuntó la idea de una microflora vaginal homogénea y consistente principalmente de bacilos gram positivos (bacilos de Doderlein) que más tarde se identificaron como lactobacilos. Esta microflora es un ecosistema polimicrobiano dinámico modulado por multitud de factores del hospedador y ambientales tales como el ciclo menstrual, métodos anticonceptivos, productos menstruales o enfermedades de transmisión sexual. Son clave los lactobacilos. Los estrógenos promueven el depósito de glucógeno en el epitelio vaginal lo que da un sustrato para el crecimiento de lactobacilos y estos a su vez producen la fermentación y bajan el pH de la vagina con lo que crece la flora fisiológica acidotolerante
http://www.dermocosmos.com/espanol/libros/ETS%20y%20SIDA%2025_1.htm

En las mujeres sanas predominan, pues, los gérmenes productores de ácido láctico, pero cada vagina es un mundo, tanto en lo individual como en lo colectivo (referente a grupo étnico). Así, por ejemplo, se ha demostrado que la vagina de mujeres sanas tiene un pH distinto según sean blancas (4,2), asiáticas (4,4), negras (4,7) o hispanas (5), sin que sepamos bien a qué se deben las diferencias y cuáles son sus beneficios
http://www.pnas.org/content/108/Supplement_1/4680
http://www.nap.edu/openbook.php?record_id=18433&page=292

Desde luego, en lo “alto” de la vagina (en el cuello del útero) no faltan los virus del papiloma humano en cuanto la mujer tiene relaciones sexuales con penetración vaginal. Es, de hecho, una infección de transmisión sexual, pero tan frecuente que se integra en la ecología vaginal normal.

Virus del papiloma humano

Los virus del papiloma humano infectan universalmente la piel y las mucosas y en la mayoría de los casos no producen ni signos ni síntomas. Los virus se integran en el núcleo, como material genético peculiar, y emplean los recursos celulares para reproducirse. En ese sentido los virus del papiloma humano son parte del “paisaje” ecológico microbiológico que convive en sano mutualismo con el ser humano. Hay tipos del virus con tropismo por la piel queratinizada y otros con tropismo por las mucosas.

En algunas personas, determinados tipos de virus del papiloma producen lesiones benignas como verrugas (en piel en general, o en zona genital) y otros tipos de virus del papiloma en rarísimos casos provocan lesiones malignas (cáncer).

En las células cancerosas el virus es incapaz de reproducirse por lo que, en el sentido ecológico, el cáncer es “mal negocio” para el virus del papiloma humano. Son varios de sus genes los que se integran como oncogenes en el propio mecanismo genético de la célula humana y por ello provocan la reproducción sin control de la misma.

Respecto a la vagina y su ecología, lo normal es el contagio por la actividad sexual, por la penetración del pene (¿y de los dedos?). El preservativo disminuye pero no evita el contagio, pues el virus está en la piel, no en el semen. Si hay actividad sexual hay contagio del virus del papiloma humano, como bien demuestra la distinta incidencia de infección en prostitutas y en monjas.

En todo caso, las mujeres jóvenes son más “fáciles” de infectar por el virus del papiloma humano, y por más tipos diferentes, quizá en relación con la “virginidad” de su sistema inmumológico celular. Con los años las mujeres desarrollan inmunidad celular en el epitelio del cuello del útero y se infectan más raramente. Se infectan también mucho más las mujeres pobres y en general las que sufren marginación como las citadas prostitutas, las presas, las drogadictas, las vagabundas y otras. La infección es también más frecuente con el aumento de la promiscuidad sexual.

De los 120 tipos de virus del papiloma humano, aproximadamente 40 son capaces de infectar la mucosa anogenital, y 4 tienen gran poder oncogénico (tipos 16,18, 31 y 45). Naturalmente, la infección por el virus del papiloma humano se modifica por la presencia de otros virus, como el del SIDA
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3594704/

La infección del cuello del útero por el virus del papiloma es una enfermedad de transmisión sexual que afecta a casi toda la humanidad y cuyo papel ecológico fisiológico desconocemos, pero en la mayoría de las mujeres los virus se eliminan y generan inmunidad celular.

Los virus del papiloma humano infectan las células basales (indiferencias) del epitelio de ectocervix (la parte del cuello del útero que cierra por arriba la vagina), especialmente cuando esta zona sufre traumatismos físicos durante el coito. Las células superficiales y maduras de este epitelio producen glucógeno lo que contribuye a la ecología normal de la flora vaginal.

Las células infectadas del cuello del útero desarrollan anticuerpos que eliminan los virus en casi todas las mujeres. Antes de lograrlo, los virus utilizan los mecanismos celulares para su replicación y al ser eliminados por la superficie del cuello del útero provocan el contagio por vía sexual.

En algunos casos los virus con poder oncogénico se mantienen en las células infectadas lo que a largo plazo (uno o dos años) puede generar su cambio a células cancerosas que crecen lentamente hasta provocar cáncer de cuello de útero. Lamentablemente, ignoramos mucho y fundamental sobre la biología y la historia natural de la infección del cuello del útero por el virus del papiloma humano
http://www.dovepress.com/biology-and-natural-history-of-human-papillomavirus-infection-a11982

En síntesis, la infección del cuello del útero por el virus del papiloma es una enfermedad de transmisión sexual que afecta a casi toda la humanidad y cuyo papel ecológico fisiológico desconocemos, pero en la mayoría de las mujeres los virus se eliminan y generan inmunidad celular. En algunos casos excepcionales la infección de las células epiteliales del cuello de útero lleva al desarrollo de cáncer a través de un proceso que se desarrolla lentamente, en hasta 20 años.

Las vacunas contra el virus del papiloma humano y el cáncer de cuello de útero

En buena lógica, si contáramos con una vacuna contra el virus del papiloma humano (sus tipos oncogénicos), podríamos evitar sus infecciones y el cáncer de cuello de útero; sin embargo, la lógica no funciona. No todos los cánceres de cuello de útero son producidos por el virus del papiloma humano, siempre hay excepciones. No hay vacunas contra todos los tipos de virus oncogénicos y de hecho ya se está desarrollando una contra 9 tipos para mejorar las actuales vacunas

http://www.infectagentscancer.com/content/pdf/1750-9378-7-38.pdf

La vacuna contra el virus del papiloma humano es experimental, nunca ha demostrado que disminuya la incidencia ni la mortalidad por cáncer de cuello de útero

Además, la vacuna contra el virus del papiloma humano es experimental, nunca ha demostrado que disminuya la incidencia ni la mortalidad por cáncer de cuello de útero. Las campañas de vacunación de las niñas españolas con subvención pública son un inmenso e imprudente experimento en población sana (con mucho dinero, pues la vacuna contra el virus del papiloma humano vale tanto como todas las demás vacunas juntas).

La eficacia de la vacuna contra el virus del papiloma humano es del 17-20%, en mujeres vírgenes y para las lesiones precancerosas provocadas por los virus contra los que se vacuna. Por ello se vacuna a las niñas cuando todavía son vírgenes, para tratar de evitar su contagio cuando empiezan las relaciones sexuales.

La vacuna contra el virus del papiloma humano produce anticuerpos humorales (circulan en sangre) no celulares (en el cuello de útero)

Nadie sabe cuánto durará la inmunidad producida por la vacuna del virus del papiloma humano, pero si dura menos de 30 años todo habrá sido inútil.
Nadie sabe si habrá que re-vacunar con la vacuna del papiloma humano; pero si hubiera que hacerlo, es una vacuna carísima y perdería todo coste-eficacia.

Como era de esperar, la vacuna contra el virus del papiloma humano carece de efectividad en las mujeres no vírgenes (que ya se han infectado por los virus del papiloma humano).

Se implanta la vacunación sin que se considere la existencia de otros mecanismos alternativos, como la popular citología (Papanicolau)
http://www.infectagentscancer.com/content/pdf/1750-9378-8-21.pdf
http://www.caps.cat/images/stories/vacuna_gavilan.pdf
http://equipocesca.org/new/wp-content/uploads/2009/10/vacuna-vph-lerida-butlleti-77-2009.pdf
http://equipocesca.org/new/wp-content/uploads/2009/02/vacuna-vph-brasil-2008-final.pdf

Como he señalado, se están desarrollando vacunas del virus del papiloma humano que contienen más subtipos cancerígenos y por ello las vacunas actuales pueden considerarse obsoletas.

La vacuna del virus del papiloma humano tiene graves efectos adversos, infrecuentes, como fracaso ovárico, enfermedades autoinmunes, uveitis, alteraciones neurológicas, embolias pulmonares y muerte
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23902317

Japón ha abandonado la vacuna contra el papiloma, por sus efectos adversos
http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736%2813%2961831-0/fulltext?elsca1=ETOC-LANCET&elsca2=email&elsca3=E24A35F
http://www.migueljara.com/2013/06/17/japon-deja-de-recomendar-la-vacuna-del-papiloma-por-los-danos-que-causa/

Hay reclamaciones judiciales por los efectos adversos al menos en Francia y en España; en España se produjo un fortísimo movimiento de petición de una “Moratoria para la vacuna contra el virus del papiloma humano”, que logró más de 8.000 apoyos de profesionales y estuvo liderado por profesores-catedráticos de salud pública.

Corolario

En 2013, en la revista AMF (Actualización en Medicina de Familia) se publicó una excelente revisión sobre la vacuna contra el virus del papiloma humano, de Enrique Gavilán y Javier Padilla
http://www.amf-semfyc.com/web/article_ver.php?id=1130

Tal revista, de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, recibió una carta al director firmada por 18 “expertos-expertos” (de la Sociedad de Vacunología, por ejemplo, cuyos presupuestos obviamente cubren las industrias farmacéuticas fabricantes de vacunas) en que se criticaba tal revisión por, entre otras cosas, no estar hecha por “expertos-expertos”. Enrique Gavilán y Javier Padilla prepararon una réplica que remitieron a la revista, para su publicación conjunta. La sorpresa vino cuando los 18 autores retiraron tal carta, y no se pudo publicar nada.

Como es natural, Enrique Gavilán y Javier Padilla denunciaron el secuestro al debate científico en
http://medicocritico.blogspot.com.es/2014/03/cuando-se-le-pisa-el-terreno-un-experto.html

El revuelo en la Red fue de marca mayor. Por ejemplo, Miguel Ángel Máñez publicó “La carta de los 18”, y logró que interviniera hasta Amando Martín Zurro, y finalmente consiguió que uno de los firmantes publicara la famosa e ignominiosa carta
http://saludconcosas.blogspot.com.es/2014/03/la-carta-de-los-18.html

Como bien escribió Julio Bonis, “Al final los 18 eran unos pardillos”
http://pelladegofio.blogspot.com.es/2014/03/al-final-los-18-eran-unos-pardillos.html

No es lo malo que sean pardillos (alguno, además, bien intencionado), sino que están convirtiendo las vacunas en medicamentos “sagrados” y encuentran en los “antivacunas” toda la razón para evitar el debate científico y la transparencia.

Sencillamente, di no a la vacuna contra el virus del papiloma humano, una vacuna siempre “sucia” desde el punto de vista científico, clínico, ético, político y de salud pública.

 

Juan Gérvas

Médico general jubilado, Equipo CESCA (Madrid, España). jjgervas@gmail.com; mpf1945@gmail.com; www.equipocesca.org; @JuanGrvas

 

FUENTE: http://www.actasanitaria.com/ecologia-vaginal-virus-del-papiloma-vacuna-cancer-de-cuello-de-utero-miedo-negocio-y-falta-de-ciencia-y-de-conciencia/

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