¡Respira aire fresco!¡Por una atención sanitaria libre de humos industriales!

¿Recuerdas el momento en que tu práctica se llenó bolígrafos, cuadernos, tableros, relojes y otros “tesoros” de marca?

Yo no. Asistí a un programa de residencia que prohibía el contacto con las farmacéuticas; después de la graduación, empecé a trabajar en un centro de atención primaria que era tan nuevo que las alfombras se habían instalado unas pocas semanas antes de llegar. En aquellos primeros días, nuestra población de pacientes crecía lentamente a medida que la gente descubría nuestra existencia.

Sin embargo, un grupo de personas sabía de nosotros incluso antes de que la pintura se hubiera secado. Empezaron a llamar a nuestras puertas mucho antes de que las abriéramos a los pacientes. Cada día. Eran representantes farmacéuticos con folletos brillantes y ofertas de almuerzos gratis.

La influencia

Las compañías farmacéuticas gastan 3 mil millones de dólares cada año en publicidad dirigida a pacientes y 24 mil millones de dólares anuales de marketing para profesionales de la salud. ¿Por qué? Porque funciona.

Es preocupante pensar que todos los años de educación médica pueden derrumbarse frente a una comida gratis, pero la influencia farmacéutica está bien documentada.

Un reciente estudio en JAMA of Internal Medicine encontró que los médicos que fueron invitados a un almuerzo gratis acompañado de una presentación de la compañía de una medicación específica eran un 70 % más propensos a recetar, por ejemplo, el medicamento de marca Bystolic (el beta bloqueante nibivolol en el mercado norteamericano) y el 52 % más propensos a prescribir el medicamento de marca Benicar (Olmesartan) para la hipertensión arterial. También eran 18 % más propensos a recetar la estatina Crestor. Existen medicamentos para la presión arterial y estatinas genéricas disponibles que son menos costosas y tan eficaces como estos productos de marca.

A pesar de que los crecientes costos de atención de salud son un subproducto de la influencia farmacéutica, no son el único problema. Más preocupante es el hecho de que los médicos pueden prescribir medicamentos que no son apropiados o con evidencias mediocres que apoyan su utilización fuera de ficha técnica.

¿La razón? Mucha de la investigación, incluso revistas médicas revisadas por pares, es financiado por la industria o incluye expertos que reconocen que tienen vínculos con la industria.

De hecho, la industria invierte seis veces más en investigación clínica que el gobierno federal. Como resultado, a veces puede ser difícil para los médicos distinguir entre legítimas conclusiones basadas en las mejores pruebas científicas y datos potencialmente más turbios.

Para complicar el problema está la gran zona gris de la medicina. Los medicamentos de una misma clase a menudo tienen eficacia similar. Como resultado, los médicos (apropiadamente) prescriben de acuerdo a otros factores, incluyendo perfiles de efectos secundarios, seguridad, facilidad de uso, el costo o la historia del paciente.

Por ejemplo, seleccionar un antidepresivo adecuado para un paciente es notoriamente complejo. Unas pocas más personas tienden a tener diarrea con sertralina que con fluoxetina, pero la fluoxetina tiene una mayor incidencia de sequedad en la boca. Sus costos son similares; como lo es su eficacia. Varios otros medicamentos también entran en esta categoría, con sólo pequeñas diferencias.

Sin embargo, los médicos en el estudio del JAMA of Internal Medicine eran más de dos veces más propensos a recetar el antidepresivo de marca Pristiq (desvenlafaxina) en lugar de otros.

Los fabricantes de medicamentos argumentan que su influencia directa en los médicos pretende ayudar a que los médicos utilicen medicamentos específicos XYZ en las poblaciones concretas de pacientes. Pero el inconveniente es que esta influencia no es objetiva. Considerando el artículo, sospecho que los médicos acaban confundidos por la infinidad de datos – tanto objetivos como subjetivos – que se les ofrece sobre antidepresivos para finalmente decidir que sus pacientes van a beneficiarse de la desvenlafaxina.

Construyendo el cambio

Sabiendo todo esto, nuestro Centro decidió unirse al creciente número de organizaciones que evitan la influencia farmacéutica.

La medicina de familia ya está haciendo progresos en este área. En 2013, aproximadamente la mitad de las organizaciones de educación de postgrado en medicina de familia estaban libres de la influencia de la industria farmacéutica.

Nos negamos a recibir visitas de representantes farmacéuticos, muestras de medicamentos, comidas gratuitas y otros regalos (no tenemos relojes Jublia o bolígrafos Nexium). Al igual que con cualquier cambio, inicialmente nos preocupó cómo podría influirnos esta actitud. Una preocupación fue cómo podía disminuir nuestra capacidad de mantenernos al día en la literatura médica y los medicamentos emergentes. Algunos colegas se basan en la información de los representantes cuando introducen nuevos productos en su práctica clínica aunque posteriormente revisen las evidencias por su cuenta.

Para dar prioridad a la formación continua y contrarrestar esta preocupación, hemos puesto en marcha sesiones semanales en las que analizamos las mejores prácticas, leemos los últimos artículos de revistas e invitamos a expertos. También tenemos un sistema interno de asesoramiento de especialistas, donde los médicos pueden hacer preguntas a los compañeros que destacan en diferentes campos (como cardiología, dermatología, VIH, etc.).

Otra preocupación es la pérdida de muestras de medicamentos gratuitas. Los pacientes todavía me piden muestras de Viagra pero nosotros se la prescribimos. Es un sacrificio a corto plazo con beneficios a largo plazo. Los estudios demuestran que las muestras gratis acaban elevando el costo de los medicamentos y contribuyen al exceso de gasto en atención médica.

Ya hemos visto los efectos positivos de los cambios que hemos hecho en nuestra práctica. Ya no perdemos tiempo atendiendo a los representantes o asistiendo a comidas. Y nuestro centro no se llena con bolígrafos o cuadernos de publicidad.

Lo más importante, estamos en condiciones de satisfacer la creciente expectativa de transparencia que existe entre nuestros pacientes en un momento donde las complicadas relaciones entre la industria farmacéutica y los médicos es objeto de un creciente escrutinio.

Como parte de la Patient Protection and Affordable Care Act, los pacientes pueden buscar a sus propios médicos a través una CMS Open Payments data website, que contiene información sobre los pagos de los fabricantes de medicamentos, dispositivos médicos y productos biológicos.

ProPublica alberga un herramienta similar:Dollars for Docs search tool.

Y existe un beneficio adicional importante: el reconocimiento entre los pacientes de que utilizar la última innovación farmacéutica no es sinónimo de mejor medicina.

Cuando los propios pacientes comienzan a entender lo que es una atención sanitaria de alto valor, es entonces cuando empieza la verdadera revolución de la medicina.

Natasha Bhuyan, MD, is a board-certified family physician in Phoenix. You can follow her on Twitter @NatashaBhuyan.

Vía @MedicosSinMarca

Nota del traductor:

¡Respira aire fresco!

¡POR UNA ATENCIÓN SANITARIA LIBRE DE HUMOS INDUSTRIALES!