El autor recoge el titular de un periódico para desgranar una serie de consideraciones sobre la sanidad en Estados Unidos, el país que más gasta en tal partida y que peores resultados obtiene, en algunos casos similares a los de países africanos. De ahí que, parafraseando el titular periodístico, termine concluyendo sin que se sepa porqué.
La reforma de Obama
Hay un nobel de la paz capaz de hacerse una fotografía mientras “disfrutaba” contemplando en directo cómo sus soldados asesinaban sin juicio previo a un supuesto terrorista, capaz de mantener sin juicio y encerrados indefinidamente a supuestos terroristas en una base militar en territorio extranjero y capaz de vigilar y vigilante (sin permiso judicial) de todas nuestras comunicaciones electrónicas visuales, escritas y habladas.
Es curioso pensar que los dos países aparentemente más opuestos en el mundo (Rusia y Estados Unidos) sean gobernados por espías que se saltan a los jueces de continuo; es de esperar que al ruso le den pronto el nobel de la paz.
Pero, dada la humana complejidad, no hay una criatura del “eje del mal” que no tenga alguna virtud. Y ahí está la “Obamacare”, la ley que extiende la cobertura sanitaria a “casi” toda la población de Estados Unidos. Es una ley vista por la oposición como el comienzo de una tiranía socialista que limitará la libertad individual y que llevará a los ancianos ante “paneles” de la muerte, para eliminarlos y disminuir el gasto sanitario.
Los más feroces opositores a la “Obamacare” son los del “Tea Party”, ese grupo de cristianistas (cristianos extremistas) y ultraliberales que van más allá del gobierno estadounidense, de por sí controlado por los cristianos.
En España tenemos algo de eso. Son los políticos que pertenecen a los “Legionarios de Cristo” y a otras sectas ultracristianas (cristianistas y ultraliberales). No tiemblan al disminuir sin piedad el Estado de Bienestar, que siempre ha sido el Estado menos Tal (en comparación con el resto de Europa). Por ejemplo, defienden de continuo a la familia, pero la familia ha estado y está desamparada de ayudas en España, en términos absolutos y relativos (por ejemplo comparada con la laica Francia). El Estado de Bienestar ha estado siempre por debajo de nuestras necesidades, pero los cristianistas y ultraliberales lo recortan al haber vivido ellos (y querer seguir viviendo) por encima de sus posibilidades.
Estados Unidos es el país del mundo desarrollado que más gasta en salud tanto en términos relativos como absolutos. Así, emplea el 18% del producto nacional bruto en salud, contra una media de 9,5% de los países desarrollados (los 34 de la OCDE, Organización de Desarrollo y Cooperación Económica). En cifras absolutas, Estados Unidos gasta 8.233 dólares anuales por cabeza, contra una media en los países de la OCDE de 3.268 (en dólares ajustados por paridad, para hacer posible la comparación imparcial). De ese dinero, Estados Unidos emplea 900 dólares por cabeza y año en gastos de administración sanitaria; por contraste, Francia emplea 300 a pesar de tener un sistema parecido con acceso directo a especialistas (y los consiguientes problemas por falta de coordinación y atención fragmentada a los problemas agudos y crónicos). El día de ingreso hospitalario cuesta en Estados Unidos 18.000 dólares; la media de los países de la OCDE es de 6.200 dólares. Cuesta el doble el parto normal, y en general todo es mucho más caro en Estados Unidos, de angioplastia a prótesis de cadera-rodilla
Los cristianistas y ultraliberales del “Tea Party” dicen que sí, que se gasta mucho dinero en salud en Estados Unidos, pero que tienen el mejor sistema de salud del mundo (“the best health care in the world”).
Is really “The best health care in the world” the best?
¿Tiene realmente Estados Unidos el mejor sistema de salud del mundo? ¡Quién sabe! Desde luego, los datos deslucen mucho a tal sistema ya que sus resultados en salud son pobres:
- “produce” 250.000 muertos anuales (un cuarto de millón muertos cada año) por su iatrogenia (exceso de intervenciones), lo que convierte la actividad médica en la tercera causa de muerte en Estados Unidos http://www.jhsph.edu/research/centers-and-institutes/johns-hopkins-primary-care-policy-center/PublicationsPDFs/A154.pdf
- mueren en el primer día de vida más del doble de niños estadounidenses que niños europeos (11.300 anuales en Estados Unidos contra 5.800 en la Unión Europea; en total nacen cada año 4,3 millones en Estados Unidos y 5,3 en la Unión Europea) http://www.savethechildrenweb.org/SOWM-2013/#/7/zoomed
- en algunas provincias de Estados Unidos la mortalidad del primer día es similar a la de los países pobres en desarrollo http://rt.com/usa/us-newborn-deaths-combined-960/
- la mortalidad materna en EEUU se ha triplicado, pues ha pasado de 6,6 en 1987 a 21 en 2010 por 100.000 nacidos vivos; sólo hay otro país en el mundo en que se haya triplicado la mortalidad materna, Zimbabue. Parir en Estados Unidos es una “actividad mortal”, como dijo Amnistía Internacional http://www.amnestyusa.org/sites/default/files/pdfs/deadlydelivery.pdf
- son evitables médicamente más de la mitad de las muertes maternas en Estados Unidos, lo que convierte sus cifras en un problema de salud pública y también de derechos humanos http://www.arhp.org/publications-and-resources/contraception-journal/march-2011
- en Estados Unidos se producen daños sanitarios demostrables a las mujeres por los excesos de servicios innecesarios a las ricas (clase alta) y por defecto de atención necesaria a las pobres (clase baja) http://equipocesca.org/clinical-care-and-health-disparities/
- la expectativa de vida al nacer ha aumentado 9 años en Estados Unidos entre 1960 y 2010; en los países de la OCDE ha aumentado 11 años de media. La edad media a la muerte es en Estados Unidos de 78,7 años, y de 79,8 en la OCDE. Los ingresos hospitalarios por asma son 120,6 por 100.000 habitantes y año; la media de la OCDE es de 51,8. En Estados Unidos se hacen 100 RMN y 265 TAC anuales por cada 1.000 habitantes, el doble de la media en los países de la OCDE http://www.pbs.org/newshour/rundown/2012/10/health-costs-how-the-us-compares-with-other-countries.html
Como es natural, tales datos no presagian nada bueno para la salud en general y en particular para la salud de la mujer estadounidense.
Las mujeres de Estados Unidos están muriendo más jóvenes que sus madres, y nadie sabe porqué (“US women are dying younger than their mothers, and no one knows why”)
Este es el titular periodístico de la noticia en la que se comentan los datos sobre expectativa de vida al nacer y mortalidad femenina en Estados Unidos de varios estudios (entre ellos uno de la Universidad de Washington y otro de la Universidad de Winconsin).
En el estudio de 1985 a 2010, la expectativa de vida al nacer de las mujeres disminuyó en la mitad de las provincias de Estados Unidos, lo que afecta fundamentalmente a las que tienen estudios.
En el estudio de 1992 y 2006, se incrementó la tasa de mortalidad femenina en la mitad de las provincias de Estados Unidos, sobre todo las del sur y oeste (“la geografía es el destino”) y entre las mujeres sin estudios o con estudios básicos.
Por consecuencia, las mujeres en Estados Unidos están muriendo 5 años antes que sus madres. Algo parecido sólo se había visto en el mundo en Rusia tras la caída de la Unión Soviética, pero afectó a los varones.
Hay cosas raras en este mundo sanitario, pero es lógico que al final las mujeres “paguen el pato” con sus vidas, pues son “carne de cañón médico”
http://equipocesca.org/encarnizamiento-diagnostico-y-terapeutico-con-las-mujeres/
Bien se demuestra la composición de la carne de cañón en Uruguay donde, para mantener el trabajo en el sector público, se obligaba a la mamografía de cribado-screening de cáncer de mama anual desde los 40 años. Ahora la dictadura preventiva avanza y se pedirá la citología de cuello de útero y la mamografia anual desde los 40 años a toda mujer uruguaya, para mantener el trabajo en el sector público y en el privado, recibir ayudas y subvenciones, etc.
http://www.180.com.uy/articulo/36156
Al final, lo raro no es que las mujeres en Estados Unidos estén muriendo antes que sus madres. Lo raro es la apostilla del titular periodístico (“nadie sabe porqué”).
¡Pobres mujeres del mundo entero!.
Juan Gérvas, médico general, Equipo CESCA, Madrid (España)