Tosferina: brotes epidémicos sin antivacunas y la mujer como vientre

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En plena campaña contra los ‘antivacunas’, el analista pone de manifiesto los efectos negativos que, en el caso de la tosferina, atribuye a la falta de formación e información de los sedicentes ‘provacunas’.

La tosferina

La tosferina es enfermedad infecciosa muy contagiosa y muy molesta, como recuerdan sus múltiples nombres; entre ellos tos quintosa, tos convulsa y tos fiera (“tosferina”). En un registro se llegaron a contar 400 accesos de tos en un día, y puede uno hacerse idea de lo que eso significa oyendo toser durante unos minutos a un niño con tosferina https://www.youtube.com/watch?v=TIV460AQUWk

En el afán por cortar los accesos de tos se le ponían capuchas a los pacientes lo que dio lugar al nombre de coqueluche, del francés “coqueluchon”.

También se le llama pertussis, por la bacteria que causa la enfermedad.

La enfermedad la produce una bacteria que se adhiere a las células de la mucosa respiratoria, a los cilios de dichas células (cilios que permiten mover el moco para limpiar las vías respiratorias).

La bacteria es muy “pegajosa” y se adhiere fuertemente con varios factores adherentes (entre ellos, fimbrias, hemaglutinina filamentosa y pertactina). Con su actividad la bacteria destruye las células de la superficie mucosa del aparato respiratorio, lo que genera la irritación y la tos insufrible. Además, la bacteria produce una toxina, la toxina de la tosferina, que provoca los síntomas generales.

La tosferina mataba y sigue matando a muchos donde no hay sistema sanitario de cobertura pública y sobreabundan la pobreza, el hambre y las malas condiciones de vida.

En los países desarrollados la tosferina es una infección frecuente que provoca tos muy molesta y que se puede tratar con antibióticos. Sin embargo, la tosferina sigue matando en los países desarrollados, especialmente a los niños pequeños, menores de un año y sobre todo a los menores de dos meses, en los que ya no quedan anticuerpos (defensas) que le pasó la madre, todavía no han sido vacunados y tienen un inmaduro sistema inmunitario para defenderse de la infección y para responder eficientemente a la vacuna.

La infección produce inmunidad natural, pero no dura más allá de 4 a 20 años, aunque se ve reforzada por el continuo contacto con la bacteria, que sólo vive en los humanos.

Vacuna contra la tosferina

 La tosferina ha vuelto y es una enfermedad cada vez más frecuente pues la vacuna provoca inmunidad pero sólo durante un máximo de 12 años.

En 1906 se descubrió la bacteria que causa la tosferina y en 1929 se empleó con éxito y por primera vez una vacuna durante una epidemia en las islas Faroe, de Dinamarca. Desde entonces, las mejoras de las condiciones de vida, la vacuna y los antibióticos han logrado reducir pero no acabar con la tosferina.

Tras una “luna de miel” por la eficacia temporal de la vacuna, la tosferina ha vuelto y es una enfermedad cada vez más frecuente pues la vacuna provoca inmunidad pero sólo durante un máximo de 12 años. Es una vacuna necesaria que, como norma, se pone en cinco dosis, entre los dos meses y los seis años de edad. En algunos casos se revacuna a los 14-16 años, junto al tétanos y difteria.

Llevamos más de cien años estudiando la bacteria de la tosferina, la enfermedad y la vacuna y, sin embargo, 1/ no se conocen a fondo los mecanismos de la inmunidad humana a la tosferina, 2/ no existe una vacuna satisfactoria y 3/ no hay una explicación sensata y útil para los brotes que se producen en poblaciones bien vacunadas en los países desarrollados.

Como concluyen los autores de estos tres puntos decepcionantes, se precisa una nueva vacuna que induzca altos y persistentes niveles de anticuerpos, disminuya la frecuencia y gravedad de los casos, tenga efectos adversos raros y leves, y al tiempo disminuya la circulación de la bacteria en los vacunados http://www.pnas.org/content/111/9/3213

Sabemos que los brotes de tosferina en los países desarrollados no tienen que ver con los “antivacunas”

Para asombro de quienes creen en el poder omnímodo de las vacunas, los brotes de tosferina están siendo muy frecuentes en poblaciones bien vacunadas y en países desarrollados, como en Canadá, España, Estados Unidos, Francia y Reino Unido. Por ejemplo, en Estados Unidos hubo casi 30.000 casos en 2014, después de un máximo de 48.000 en 2012 (con 20 muertos, casi todos menores de tres meses). La mayor parte de los enfermos fueron adolescentes de entre 13 y 16 años. En España, el peor año fue 2011 con 3.281 casos en total, siendo los brotes de mayor entidad en Canarias, Cataluña y el País Vasco. En Cataluña, entre 2008 y 2012, hubo 13 muertos por tosferina y de ellos 9 fueron menores de un año.

Para asombro de quienes creen en el poder omnímodo de las vacunas, los brotes de tosferina están siendo muy frecuentes en poblaciones bien vacunadas y en países desarrollados

Sabemos que estos brotes no están relacionados con los que piden libertad de vacunación, o simplemente tienen “duda vacunal” sino, entre otros muchos factores, con la defectuosa vacuna y con los erróneos calendarios vacunales.

Pero, desde luego, lo fácil es cargar las culpas en los antivacunas, como hizo un genetista en Forbes (una revista de negocios), en un artículo cuyo título lo decía todo “Anti-vaccine movement causes the worst whooping cough epidemic in 70 years” (“El movimiento antivacunas provoca la peor epidemia de tosferina en 70 años”), al referirse a los múltiples brotes en 2012 en Estados Unidos
http://www.forbes.com/sites/stevensalzberg/2012/07/23/anti-vaccine-movement-causes-the-worst-whooping-cough-epidemic-in-70-years/

Tal genetista, como mínimo, era un ignorante, y probablemente tenía intereses más allá de los científicos con las industrias de vacunas.

Pero lo peor fue que un pediatra español copiase literalmente el comentario del genetista ignorante e interesado, y titulase su comentario como “Tosferina, movimientos antivacunas y el triunfo de la ignorancia”, en un blog/bitácora llamado irónicamente “Pediatría Basada en Pruebas”, y concluyera con “El triunfo de los movimientos antivacunas es el triunfo de la ignorancia pseudocientífica. El triunfo de la superchería, de la conspiranoia y de la inconsciencia pseudoilustrada”. En este caso no cabe dudas, es “Pediatría Basada en la Palabrería”
http://www.pediatriabasadaenpruebas.com/2012/08/tosferina-movimientos-antivacunas-y-el.html

En síntesis, sobre la vacuna de la tosferina

Si los habituales “chivos expiatorios” no tienen que ver con los brotes de tosferina, ¿qué falla?

  1. La vacuna de la tosferina tiene dos presentaciones, una “entera”, contra toda la bacteria, y otra “acelular”.
  2. La vacuna “entera” contiene todos los componentes de la bacteria pues se obtiene de bacterias muertas pero íntegras, mientras que la vacuna “acelular” contiene sólo algunos componentes, entre ellos el toxoide, que provoca anticuerpos contra la toxina, y varios factores de adhesión (fimbrias, hemaglutinina filamentosa, pertactina y a veces otros) cuyo objetivo es mejorar la respuesta celular y evitar la “pegajosidad” de la bacteria.
  3. La vacuna “entera” se ha dejado de utilizar en los países desarrollados por sus efectos adversos, pues provoca gran reacción local y general, más intensa con las revacunaciones (por ello muchos niños y padres incumplían el calendario).
  4. La vacuna “acelular” se empleó por primera vez en Japón en 1981, y en España se introdujo en 1995. Se atribuyó la misma eficacia a ambas vacunas, pero posteriormente se descubrió que la inmunidad de la vacuna “acelular” era mucho menor que la de la vacuna “entera”.
  5. No se entiende bien la respuesta humana a la vacuna de la tosferina, de forma que, por ejemplo, la re-vacunación en los adultos no disminuye la adhesión de la bacteria y en algunos casos puede incluso incrementarla y favorecer la contagiosidad. (1) (2)
  6. La bacteria ha evolucionado bajo la presión de la vacuna. La vacuna “entera” produce una respuesta inmunitaria más variada y la “acelular” provoca una respuesta más específica, lo que parece facilita las mutaciones bacterianas. Para valorar el impacto de dichas mutaciones hay que tener en cuenta, pues, el tipo de vacuna, pero también los calendarios vacunales, la cobertura en la población e incluso la forma de pago a los médicos que deben vacunar (en Estados Unidos, por ejemplo, la cobertura de revacunación en embarazadas es muy baja pues depende de obstetras y ginecólogos pagados por acto; lo contrario se ve en el Reino Unido, donde la tasa es alta, pues vacunan los médicos generales pagados por capitación). (3) (4)
  7. Hay nuevas cepas en, por ejemplo, Australia, Canadá, Francia, España, Estados Unidos, Finlandia, Suecia y otros muchos países (5) (6) . Se ha comprobado que hay cepas cada vez más frecuentes que carecen de pertactina, lo que parece darles ventajas evolutivas y facilitar la infección en los vacunados. (7)
  8. La vacuna “acelular” produce una inmunidad que dura entre 4 y 12 años, durante los cuales hay una “luna de miel” pues decrece en mucho el número de casos de tosferina si se vacuna a toda la población infantil.
  9. Al cabo de los años, la tosferina emerge en los adolescentes y jóvenes, que la contagian a sus madres y a los bebés. Incluso en los adolescentes bien vacunados y revacunados, la eficacia es muy baja pues, a los cinco años de la última dosis, protege a menos de la mitad (42%) . (8) (9)
  10. Los brotes de tosferina en los países desarrollados no se deben a los “antivacunas” sino que tiene origen multifactorial e incluye el fallo de la vacuna y de los calendarios vacunales, la selección de nuevas cepas de bacteria, el efecto de la propia vacuna al disminuir la re-infección natural y otros muchas causas, incluyendo nuestra ignorancia para enfrentarnos a la bacteria y a la epidemiología de la enfermedad (10) (11) (12) (13).
  11. Para evitar la re-emergencia de la tosferina y las muertes por la misma se ha recomendado vacunar al bebé justo tras el parto, revacunar a jóvenes y adultos cada diez años, revacunar a los que están en relación con bebés como familiares y amigos de la famila, revacunar a la embarazada y revacunar a los profesionales sanitarios. (14) (15) (16) (17) (18)
  12. Puesto que no hay vacuna contra la tosferina monocomponente, hay que revacunar contra otras enfermedades como difteria y tétanos, con los consiguientes abusos y daños.
  13.  La estrategia del “nido” (revacunar antes del parto al entorno de familiares y amigos de la familia del recién nacido) puede ser incluso perjudicial pues se ha demostrado que no disminuyen las muertes de bebés y se asocia a más ingresos graves de los mismos (19) (su falta de eficacia se ha demostrado también con modelos matemáticos ) (20).
  14. El revacunar a la embarazada hay que hacerlo muy al final del embarazo, en torno a la semana 34, para que pasen a través de la placenta los suficientes anticuerpos pues después desaparecen muy rápidamente en el bebé (tienen una vida media de 36 días) (21).
  15. Se ha empezado a estudiar la seguridad de esta recomendación de revacunar a la embarazada cuando ya se había implantado como norma, lo que parece insensato. Por suerte, hasta ahora los datos de 2014 y 2015 indican que la revacunación no es perjudicial ni para la madre ni para el bebé. (22) (23)
  16. Se desconoce la eficacia de la revacunación de la embarazada, pues sabemos que incrementa los anticuerpos en el bebé, pero no sabemos si protege contra la tosferina y si disminuye las muertes de los menores de dos meses. Sin embargo, los primeros estudios de 2014 demuestran una efectividad del 91% para prevenir la infección, aunque no son ensayos clínicos. (24)
  17. Se ha demostrado en babuinos que la vacunación de la madre evita el desarrollo de la enfermedad en la cría recién nacida, aunque se la contagie a propósito y crezca la bacteria en su mucosa respiratoria (24). En este modelo animal también se ha demostrado el éxito de la vacunación al nacer (25). En humanos, hay algunos resultados que corroboran los beneficios de la vacunación temprana, justo al nacer y antes de las 6 semanas, pues incrementa la inmunidad (26) y disminuye el número de muertes de bebés infectados (27).
  18. La mujer se ha convertido, pues, en un vientre y se la oprime “por el bien de su hijo”, en lugar de resolver el problema de raíz (29).
  19. La actual vacuna de la tosferina no produce inmunidad de grupo (parece que incluso puede ayudar a seleccionar cepas más agresivas de la bacteria y a incrementar su “pegajosidad” y por tanto el contagio de otros no vacunados). (30) (31)
  20. La actual vacuna de la tosferina es muy poco efectiva. Por ello necesitamos mejores calendarios y estrategias que optimicen su baja inmunogenidad.
  21. Necesitamos nueva vacuna contra la tosferina que evite la vía inyectable, provoque la formación de anticuerpos para toda la vida, tenga pocos efectos adversos y de poca intensidad, y disminuya al tiempo la gravedad de la enfermedad y su contagio. Es urgente el resolver el problema de una vacuna eficaz contra la tosferina (32) (33) (34). Mientras tanto, y como mal menor, habría que 1/ mantener el calendario vacunal actual, y valorar el adelanto de la primera dosis a las seis semanas de edad y el añadir la re-vacunación de los adolescentes, 2/ promover y mantener la re-vacunación de la mujer al final del tercer trimestre del embarazo, 3/ revacunar adecuadamente a los profesionales sanitarios de áreas de trabajo en contacto con bebés y 4/ mejorar los estudios epidemiológicos sobre la tosferina para entender la causalidad de los brotes actuales, fomentar la investigación sobre la inmunidad humana a la bacteria, realizar ensayos clínicos respecto a las propuestas de cambios en el calendario vacunal e intensificar los estudios de seguridad de la vacuna, especialmente en embarazadas.

La tosferina es un problema mundial y hemos tenido décadas de “luna de miel” para prepararnos contra su resurgir. Como en el caso de la difteria, no aprendemos las lecciones de salud pública que se derivan de los brotes epidémicos (35) (36), y cargamos contra los “antivacunas” con la misma facilidad e irracionalidad que en la Edad Media se cargaba contra los judíos.

En puridad y en los países desarrollados, los brotes de tosferina con sus casos de enfermedad y muerte son consecuencia de la irracionalidad de los aprendices de brujo de los “provacunas” al servicio de los intereses industriales y en contra de la mejor salud de individuos y poblaciones.

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Notas

[1]             http://iai.asm.org/content/68/12/7175.full.pdf+html

[2]            http://www.pnas.org/content/111/2/787.abstract

[3]         http://informahealthcare.com/doi/abs/10.1586/14760584.2014.932254

[4]         http://cid.oxfordjournals.org/content/early/2014/11/17/cid.ciu823.extract

[5]         http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3910938/

[6]         http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4365279/

[7]         http://cid.oxfordjournals.org/content/60/2/223.full

[8]         http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1200850

[9]         http://jid.oxfordjournals.org/content/210/6/942.short

[10]         http://archpedi.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=1148391

[11]         http://journals.plos.org/ploscompbiol/article?id=10.1371/journal.pcbi.1004138

[12]         http://www.bbc.com/news/uk-20080472

[13]         http://pediatrics.aappublications.org/content/135/6/1130.extract

[14]         http://centerforvaccineethicsandpolicy.net/2014/07/19/editorial-preventing-pertussis/

[15]         http://jid.oxfordjournals.org/content/209/suppl_1/S32.full

[16]         http://www.elsevier.es/es-revista-enfermedades-infecciosas-microbiologia-clinica-28-articulo-tos-ferina-espana-situacion-epidemiologica-90197042

[17]         http://www.vacunas.org/images/stories/recursos/profesionales/noticias/2014/Consenso_tos_ferina_2013.pdf

[18]         http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.4161/hv.34364

[19]          http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24992123

[20]         http://www.santafe.edu/media/workingpapers/14-03-002.pdf

[21]         http://cid.oxfordjournals.org/content/56/4/539.full.pdf+html

[22]         http://jama.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=1866102

[23]         http://www.bmj.com/content/349/bmj.g4219

[24]         http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25332078

[25]         http://jid.oxfordjournals.org/content/early/2014/03/25/infdis.jiu090

[26]         http://www.fda.gov/BiologicsBloodVaccines/ScienceResearch/ucm387180.htm

[27]         http://www.jpeds.com/article/S0022-3476%2807%2900894-3/abstract?cc=y=

[28]         http://pediatrics.aappublications.org/content/135/6/990.abstract

[29]         http://equipocesca.org/english-tos-ferina-2014-en-cataluna-espana-se-vacunara-a-las-embarazadas-semana-27-36-para-que-transmitan-la-inmunidad-al-recien-nacido/

[30]             http://iai.asm.org/content/68/12/7175.full.pdf+html

[31]         http://www.pnas.org/content/111/2/787.abstract

[32]         http://mbio.asm.org/content/5/3/e01339-14.full

[33]             http://iai.asm.org/content/68/12/7175.full.pdf+html

[34]         http://www.pnas.org/content/111/9/3213

[35]         http://equipocesca.org/difteria-lecciones-de-una-crisis-de-salud-publica-espana-junio-2015/

[36]         http://www.nogracias.eu/2015/06/05/editorial-nogracias-vacunas-no-todas-son-iguales/

Juan Gérvas

Médico general jubilado, Equipo CESCA (Madrid, España).jjgervas@gmail.com; mpf1945@gmail.com; www.equipocesca.org;@JuanGrvas

Fuente: http://www.actasanitaria.com/toferina-brotes-epidemicos-sin-antivacunas-y-la-mujer-como-vientre-2/

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