En otoño de 2.007, cuando el Ministerio de Sanidad tomó la decisión de incluir la Vacuna del Virus del Papiloma Humano a cargo del Sistema Sanitario Público, más de diez mil profesionales de la salud y varias asociaciones científicas expresaron su desacuerdo en el manifiesto “RAZONES PARA UNA MORATORIA EN LA APLICACIÓN DE LA VACUNA DEL VPH EN ESPAÑA”. Un movimiento profesional sin precedentes por su posicionamiento y amplitud, que cuestionaba el costo oportunidad de la medida, con serias dudas sobre su capacidad, eficacia y elevado precio. Mientras que, en sentido contrario, los métodos de prevención ya existentes – cribado con citología – mostraban alta efectividad y bajo coste, y deben seguir practicándose incluso en la población vacunada.