II ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE ORGANIZACIONES Y MOVIMIENTOS SOCIALES POR EL DERECHO UNIVERSAL A LA SALUD 

CARTA DE ASUNCIÓN
Las y los participantes del II Encuentro Latinoamericano de Organizaciones y Movimientos Sociales por el Derecho Universal a la Salud, reunidos en Asunción (Paraguay) el día 25 de octubre del 2016, queremos expresar a los participantes del XIV Congreso de Medicina Social y Salud Colectiva que aquí se está celebrando, a las organizaciones y movimientos sociales, a nuestros pueblos latinoamericanos, y a todos los gobiernos de nuestros países cuanto sigue:
Ha pasado un año desde el primer encuentro que realizáramos en Brasilia, cuyo firme propósito fue unir a las organizaciones y movimientos sociales de América Latina y el Caribe que luchan por el derecho a la salud de los pueblos, haciendo alianzas frente a la tendencia mercantilista y privatizadora de la vida y la salud que hoy amenaza toda la región.
Habiendo realizado este Segundo Encuentro nos sentimos fortalecidos, hoy hemos sumado nuevas fuerzas y hemos ratificado nuestro propósito de hacer frente a un modelo civilizatorio que consideramos agotado, hemos vuelto a encontrarnos para decir unidos que queremos radicalizar la democracia. Está en crisis esta manera de vivir, de producir, de alimentarnos, de jugar, de amar, estamos en una sociedad basada en una cultura de muerte, la ideología hegemónica pretende internalizar que hagamos de todo una mercancía, banalizar la vida.
Radicalizar la democracia es hacerle frente a este sistema capitalista depredador de los recursos, basado en un modelo extractivista, que crea trabajadores en régimen de semiesclavitud, que expulsa a los campesinos y a los indígenas de sus tierras, que deforesta, que envenena los cauces hídricos con sus agrotóxicos, que menoscaba la biodiversidad y las semillas nativas con sus cultivos transgénicos y que amenaza la vida de los pueblos y los territorios, afectando a la soberanía en todas sus expresiones. Sentimos el dolor de los pueblos frente a este sistema excluyente, empobrecedor y profundamente injusto, y vamos a seguir caminando, levantando una misma bandera y construyendo un muro de resistencia ante los embates del capital.
Un capital que encuentra en los gobiernos conservadores su mayor aliado y socaba la soberanía popular mediante golpes de Estado blandos, institucionales, parlamentarios. Pero les advertimos que NO estamos dispuestos a tolerar esos gobiernos ilegítimos que están generando. Como movimientos sociales nos solidarizamos con el pueblo brasilero y decimos: Fuera Temer!. Ningún gobierno puede gobernar a espaldas del pueblo.
De igual manera, a nuestros hermanos y hermanas venezolanos les decimos “Sigan resistiendo”, ni un paso atrás ante los intentos de golpe de Estado y el avance de los intereses del capital!
A nuestros queridos hermanos y hermanas de Colombia, golpeados por más de 50 años de violencia, les enviamos nuestro calor latinoamericano y apoyamos la continuación del cese al fuego y hostilidades de manera bilateral y definitiva, respetando el proceso de paz para tan querido pueblo.
Nos solidarizamos con las compañeras y compañeros paraguayos que sufrieron por la mano de los aliados de los intereses mercantiles la pérdida de 17 personas en el llamado caso Curuguaty. Así como denunciamos la multitud de desalojos violentos de comunidades campesinas e indígenas de sus tierras. Damos también nuestro apoyo a los Indígenas del Bajo Chaco de Paraguay para que el Estado les otorgue el derecho sobre 6.000 hectáreas que les permita asentar a su comunidad de 1.000 personas.
Los movimientos sociales decimos SÍ A LA PAZ y exigimos el cese de las expresiones de violencia en todas sus formas. En este año hemos visto como esta se ha recrudecido. Se persiguen, se encarcelan, torturan y matan a luchadores sociales por el derecho a la vida y a la salud, por defender los recursos naturales y el derecho a un pedazo de tierra. Pero no estamos dispuestos a retroceder, por cada luchador social que el capital ha golpeado nosotros damos un paso hacia delante fortaleciéndonos en la lucha.
La salud es un derecho, lo vamos a defender, es una responsabilidad del Estado y sabemos de las estrategias de nuestros gobiernos conservadores que crean imaginarios de mal funcionamiento de la salud pública, de quiebra, de insostenibilidad, de ineficiencia, a través de la deliberada precarización de los servicios, realizando desabastecimientos programados, dejando sin insumos los centros de salud para justificar la privatización de los servicios, y por eso haremos el esfuerzo de trabajar desde las comunidades, concienciando sobre estas estrategias mercantilistas.
La salud no es una mercancía. No queremos los eufemismos de la mercantilización apoyados por algunos organismos multilaterales que hablan de “las coberturas de salud universales”, o el “acceso financiero a servicios de salud”, o “pisos mínimos de protección social!”, No aceptamos!, la salud es un derecho, sólo se entiende universal, integral y colectiva. La asumimos como el proceso salud-enfermedad y su determinación social, como nos lo ha enseñado la Salud Colectiva. Entendemos la salud como Buen Vivir, el vivir en plenitud, el Saber Amar la Vida, que nos enseñaron nuestros ancestros.
Creemos en una Medicina Social que reconoce los saberes ancestrales y la medicina natural, en contraposición con esta sociedad capitalista que construye sobre la institucionalización de políticas neoliberales y de una medicina basada en la enfermedad y la medicalización de la sociedad. Es desde la visión hegemónica del individualismo que se pretende negar el aporte de los pueblos en la tradición de la salud comunitaria. Rechazamos el modelo hegemónico biologicista, individual, curativo y hospitalario.
Así que en este contexto, las organizaciones y movimientos sociales por el derecho universal a la salud como agenda común decidimos:
1. Crear la RED LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE DE ORGANIZACIONES Y MOVIMIENTOS SOCIALES POR EL DERECHO A LA SALUD, que tendrá representación en todos los países hermanos y estará alerta ante las amenazas de la mercantilización y la deshumanización en este sector.
2. Generar y apoyar acciones en aspectos que afectan la salud colectiva como: el Complejo Médico Industrial que mercantiliza la salud, la reforma agraria integral, el acceso a la tierra y el territorio, la amenaza de los transgénicos y los agrotóxicos, el acceso y garantía del derecho al agua, la libertad de las semillas, la valorización y oficialización del uso práctico de la medicina natural, la despenalización de la mariguana para uso medicinal, la violencia hacia las mujeres, los proyectos de inversión lucrativos en salud, entre otros.
3. Comprometernos a fortalecer la creación del dossier latinoamericano sobre las empresas de agrotóxicos a través de la participación activa de nuestra Red.
4. Generar condiciones para que los países miembros promuevan una salud colectiva que reconozca la igualdad de hombres y mujeres, así como de las personas LGTBI con orientación sexual e identidad de género diversas, rompiendo las barreras patriarcales que generan violencias machistas en los sistemas de salud.
5. Promover la descolonización de los cuerpos de las mujeres, exigiendo la despenalización del aborto y la garantía de una asistencia humanista y de calidad en los procedimientos médicos.
6. Crear líneas de formación popular para apoyar la capacitación de los profesionales y de las comunidades en una promoción de la salud emancipadora.
Hoy les decimos desde la ternura de los pueblos que nos unimos para hacer frente a las tendencias deshumanizadoras de este sistema, para construir el Buen Vivir a través de modelos de convivencia radicalmente incluyentes y desde nuestros pueblos, garantizando la salud a través de otras formas de relación que apunten a tejer lazos con la vida.
Octubre 2016, Asunción (Paraguay).

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